viernes, 26 de septiembre de 2008

REAL PASEO DE JAIME I - "Una Visita Real".


Esta celebración recrea el “Tratado de Almizrra”, Es el pacto que suscribieron el 26 de Marzo de 1244 Jaime I, en representación de la Corona de Aragón, y el infante castellano don Alfonso, futuro Alfonso X el Sabio, quien actuaba en nombre de su padre Fernando III, rey de Castilla.
Ambas coronas estaban inmersas en la conquista de los territorios situados al sur del Xúquer que todavía estaban bajo el poder islámico. A pesar de que sus áreas de conquista habían sido ya pactadas por tratados anteriores, las dos partes aspiraban a hacerse con las plazas que no les correspondían, llegando así a una situación crítica que situó a los dos reinos cristianos al borde la guerra. Fue entonces cuando decidieron concertar una entrevista en Almizra (La actual Camp de Mirra, Alicante), donde tras cuatro jornadas suscribieron un pacto que fijaba la frontera al sur del Xúquer entre las Coronas de Aragón y Castilla, salvándoles así de una guerra casi segura.
El Rey Jaime I junto a su esposa Doña Violante de Hungría, consiguieron apaciguar los ánimos y no llegar a un conflicto bélico por las tierras fronterizas entre Castilla y el Reino de Valencia. Enguera se vio inmersa en esa disputa, pero aquí se llegó a un compromiso tras muchas reuniones y parlamentos por ambas partes. Consiguiendo que los territorios en lid, siguieran bajo la bandera valenciana, pero regidos por la orden militar de Santiago de Uclés (castellana).
Volvemos en el tiempo al año 1250. Nos adentramos en la aventura de vivir en otra época donde los mercados eran el centro de reunión e intercambio de conocimientos, economía y costumbres. Los enguerinos cambian sus ropas actuales por vestimentas del medioevo. Comienza la representación basándose en la Donación de Enguera a la Orden de Santiago con motivo del Tratado de Almizrra. Partiendo de la Plaza de la Iglesia, el alcalde D. Pelayo del Borch, dará la bienvenida a los Reyes, Jaime I y doña Violante de Hungría; terminando el desfile en la Casa de la Cultura. En las distintas escenas aparecen personajes como Alía Alaz, favorita del antiguo alcalde de la villa, Abengoal, y Mosén Miguel Aparicio, párroco de la villa; concluyendo el paseo con un espectáculo de fuegos artificiales. Este tratado donde imperaron las buenas maneras, sirvió como gran ejemplo para nuestros días dónde la multiculturalidad recrea situaciones semejantes.
El pueblo de Enguera disfruta del grandioso desfile que se inicia con la representación teatral “Una Visita Real”, escrita por José A. Palop. En el año 2006, en la que se celebró la 5ª edición del Mercado Medieval en Enguera, se superó la cifra de 500 participantes en esta gran fiesta. El pasado 2007 hubo que suspender la representación de este Paseo, debido a las lluvias persistentes. Durante todo el recorrido, podemos ir siguiendo a los distintos participantes que, en grupos, preparan a lo largo del año escenas nuevas para el Paseo. Desde malabaristas, bailarinas de danza del vientre, danzas tradicionales, bailes medievales, comparsas de moros y cristianos, correfocs, gigantes y cabezudos.
Esta iniciativa está avalada por el Ayuntamiento de Enguera, la Agencia de Desarrollo Local de Enguera, la Asociación de Comerciantes del Macizo del Caroig, la Agencia de Fomento de Iniciativas Locales (AFIC) de Enguera y la Asociación Macizo del Caroig; contando además con la colaboración Amas de Casa Tyrius de Enguera, Asociación Mujeres Enguerinas, Protección Civil, Quintos del año en curso y voluntarios. El Desfile seguirá el recorrido habitual desde la plaza de la Iglesia para terminar en la Casa de la Cultura.

lunes, 22 de septiembre de 2008

DÍAS DE HASKOVO EN ENGUERA.


Una muestra de pintura y escultura de Bulgaria se expone en el Museo Arqueológico de esta localidad.

Con motivo de las fiestas patronales de San Miguel y la Virgen de Fátima, el Museo Arqueológico de esta localidad, acoge una magnifica muestra de arte búlgaro, concretamente de la ciudad de Haskovo; hermanada recientemente con Enguera.

Dividida en tres apartados, el primero de ellos nos enseña “Haskovo, la ciudad de la Virgen María”. El segundo hace una referencia a “la riqueza arqueológica del Museo de Haskovo” y, el tercero, con el lema “Colores de la tradición: Exposición de pintores de Haskovo”, nos acerca a diversas facetas del Arte Moderno. La muestra ocupa dos plantas del museo.

En la planta baja del mismo se expone un gran número de fotografías en paneles, mostrando distintos aspectos de la ciudad búlgara, de gran colorido. También se aportan folletos, postales, libros y muñecos artesanales portando la vestimenta tradicional de aquel país.

Estos mismos libros que se exhiben serán parte de la donación que la ciudad de Haskovo hará, a su término, a la Biblioteca Municipal de Enguera y a la Escuela Dominical búlgara de la vecina Xátiva; en la que se imparten cursos de cultura y lengua a los hijos de inmigrantes de aquel país.

Por otra parte, en la primera planta del edificio se exponen obras de pintores y escultores de este país, mostrando distintas tendencias y etapas de una cultura tan bella como ancestral. Hay que señalar que toda la muestra está a la venta pública.

La región de Haskovo se sitúa al sureste de Bulgaria, limítrofe con las republicas de Grecia y Turquía, ésta tierra se caracteriza por tener un clima continental y una tierra fértil.Los ríos Maritza, Arda y Thundzha, atraviesan la región. Conserva muchos monumentos de la época griega de Tracia, que datan del año 1000 A.C., así como restos romanos, santuarios, restos megalíticos y monolíticos como tumbas, dolmens y chromlechs. Las paredes, torres y terraplenes fuertes de la época romana y edades medias, se pueden ver a lo largo de cada pico de montaña de la región. Parte del sistema de defensa del Imperio Romano, que luego sirvió para la etapa bizantina y como defensa de Constantinopla. A partir del siglo XIV, la región se incluye en el imperio otomano, del que se conservan muchas mezquitas. Después del XIX vuelve el renacimiento búlgaro, del que también se conservan obras arquitectónicas.

La localización geográfica de Haskovo, en la frontera de Grecia y Turquía ha hecho de ella una región de complicada historia, cruce de las culturas, religiones y tradiciones étnicas. Aunque fue fundada hace 1000 años, hay evidencias de restos del periodo neolítico de hace 7000 años.

Iglesias, basílicas, arquitectura renacentista, Haskovo es un museo permanente para el visitante. Incluye la ciudad y 35 aldeas. Punto crucial entre Europa, Oriente Medio y Cercano Oriente, sus principales fuentes, debido a su orografía, son la agricultura y el comercio. Cosechas de maíz, viñedos, tomate, pepino, pimienta, melones, manzanas y peras; así como fresas, frambuesas, melocotones y otros. También la cultura técnica del cultivo del tabaco, hacen de está región un lugar muy atractivo. Además cuenta con bosques idílicos en lo que no faltan lugares de ocio y reposo. Apasionados de la música y el arte, organizaran en octubre de este año una Competición Internacional de Violinistas.

El Alcalde de Enguera, Santiago Arévalo, acompañado de la concejala de Bienestar Social e Inmigración, Rosa Armiñana, además de una interprete búlgara, Miroslava Petrova, colaboradora de la revista enguerin@s; que edita esta Concejalía junto con el Ayuntamiento de la localidad, han viajado a Haskovo en varias ocasiones, concretamente a la ciudad de Haskovo, gracias a la invitación hecha por el Alcalde de la ciudad, Georgi Ivanov. Precisamente esta es la región de la que son originarios una mayoría de búlgaros que residen en Enguera. Actualmente, la población inmigrante de la localidad alcanza el número de 1000 personas, de las cuales un 85 por ciento son de la región de Haskovo.

Georgi Ivanov, Mayor de Haskovo, fue elegido alcalde de Haskovo con el apoyo de la CDC en 1999 y reelegido, de nuevo en el 2003. En estos contactos se ha fraguado una gran amistad entre estos pueblos, que ha finalizado en el Hermanamiento firmado recientemente. Con esta exposición se inicia un futuro en el que se preveen intercambios culturales, laborales y de colaboración a todos los niveles entre los dos pueblos hermanados.

El Ayuntamiento de Enguera colabora activamente en el proyecto DON@M, al igual que en AIC NOVA (Asociación para la integración y la convivencia) de recién creación en la localidad, desde el centro social AMICS, desde el Col. Público, a través de talleres, teatro para niños, etc. Enguera no se queda atrás en materia de integración social y en dar pasos para una convivencia igualitaria. La revista de reciente creación Enguerin@s, nos acerca desde sus páginas a un mejor conocimiento de las diversas culturas que hay, en estos momentos, conviviendo en el pueblo, con la colaboración de este Ayuntamiento, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Diputación, Equal, y la Unión Europea.

EL OLIVO, árbol monumental más antiguo de Enguera.



Con una antigüedad estimada en 1200 años, es un árbol de características especiales, tanto por su situación, como por su grandeza.


La denominación de “Árboles Monumentales” no es un simple capricho. Son los seres vivos más viejos del planeta. Representan un patrimonio natural y cultural, apegado a la Historia, la cultura, las tradiciones, testigos mudos de la vida. De belleza y valor incalculable, no están recibiendo las atenciones que serían necesarias. No obstante, la puesta en marcha de una Ley de Protección y Conservación de estos seres, nos da un halo de esperanza en su pervivencia.
Estos árboles han sido punto de encuentro, refugio, de orientación en cruces de caminos y sombra para el ganado en días de calor. No se les da el calificativo de “monumentales” sólo por su tamaño, en este aspecto se tiene en cuenta la altura, la forma, la belleza, su edad, la especie; todo es un conjunto. Si tenemos en cuenta que hasta hace poco se les prestaba una mínima atención, y sumamos, también, las no pocas plagas, incendios, su uso para la fabricación de muebles (dado el tamaño), la mala gestión del suelo urbano, podas mal hechas, caídas de rayos, poco se sabía de los árboles monumentales. Algunas especies como el Almez o el Alcornoque se han salvado de estos daños, debido al uso de los mismos en la elaboración de bastones o corcho, gracias a las posibilidades que se derivaban de su uso compatible con la conservación y la economía.
Enguera cuenta con un discreto, pero de indudable calidad, catálogo de “Árboles Monumentales”:
- La carrasca de la Perereta (200 años y una altura de 1’32m.)
- La Carrasca del Borch (200 años y 9’8m. de altura)
- El Almez de Villaseca (unos 70 años y 14’1m.)
- El Pino Romo (100 años y 16’9 de alto)
- El Madroño del Charral (de 6’15 m.)
- El Pino Arcona (26’08m. y 130 años)
- El Chopo Blanco o Álamo (22’1m.)
- El Pino Rodeno (17m. de altura)
- El Pino Piñonero (120 años y 19’5m.)
- El Pino de la Era (14’1m.)
- El Olivo de la Plaza de las Palmeras (6’25m.)
Todos ellos se encuentran en más o menos buen estado, dependiendo de la zona en la que están situados, y de los daños que han recibido a lo largo de su vida; pero están vivos, cerca de los enguerinos, cada vez más preocupados por su mantenimiento y supervivencia. Pero si hemos de hablar de árboles, no podemos de dejar atrás uno de los más emblemáticos y simbólicos de esta población: es El Olivo.
El Olivo, situado en un “ribazo”, entre dos calzadas, en un camino que bordea el Campo de Fútbol Municipal de Enguera; tiene una antigüedad calculada en unos 1200 años. Sus raíces bajan de una calzada a otra, formando una cavidad en su tronco a modo de cueva; por lo que corre más riesgo de contraer hongos y otras enfermedades. A pesar del buen estado de conservación, necesitaría un estudio pormenorizado en caso de intervención en él. Según datos del año 2000 (publicados por ADENE) este árbol se caracteriza por tener:
- Perímetro basal: 8’70m.
- Diámetro basal: 2’77m.
- Perímetro de altura 1’30: 6’30m.
- Diámetro de altura 1’30: 2m.
- Altura: 6’21m.
- Diámetro medio de copa: 6’10m.
- Estimación de superficie cubierta por la copa: 29’2m.
A principios del siglo XX, el cultivo cambia de forma radical en Enguera. Las vides de antaño se ven afectadas por la epidemia de filoxera que afecta a gran parte de la península a finales del siglo XIX, empobreciendo muchas de sus regiones. Los viñedos, entonces abundantes, por la gran demanda del caldo, crecen de manera desmesurada, obligando a traer cepas importadas de América, que portan el temido mal. A pesar de una cierta recuperación de esta crisis, se va reduciendo su producción y se hace más selectiva, en cuanto a vides y zonas de cultivo. En esta situación, los olivos que se plantaban a modo de separadores de heredades y propiedades, en ribazos y calzadas; pasan a suplir, con las escasas cosechas que se obtenían de ellos, la escasez de ingresos que provocó esta epidemia. Se empiezan a arrancar las vides dañadas y a cambiarlas por plantones de olivos que, a la larga, han dado fama a esta villa enguerina. Los olivos, poco cultivados en la zona levantina, pasan a ser uno más en este paisaje tan peculiar. Árboles como los antes descritos se mezclan con este olivo milenario que, aunque no está en producción, se conserva y pasa a ser catalogado como “Monumental” por ser un ejemplar único en este término.
Así pues, la Consellería de Agricultura concede ayudas a los propietarios de olivos milenarios, con el fin de evitar su tala o arrancado, ya que se ha abierto un “mercado” de libre peaje para la venta de estos ejemplares que adornaran jardines y propiedades privadas, cotizándose a precios muy elevados. Los bajos ingresos de los agricultores han llevado, en más de un caso, a la venta de estos olivos, con las graves consecuencias para algunos al ser arrancados de la tierra que es su “casa”; pero permitiendo a estos hacer frente a las deudas contraídas. Con la denominación de “Árbol Monumental” se puede proteger a muchos de estos ejemplares, evitando que se utilicen en un libre-mercado que acaba en extinción. Al igual que recuperamos nuestro patrimonio cultural, artístico y arquitectónico, el Olivo es un árbol característico de esta población, en el que también se reflejan la historia y las tradiciones de Enguera.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Enguera siempre… ¿fue así?


Enguera siempre ha sido para mi algo muy especial. Desde mi llegada a esta población, surgió un engranaje que me ató para siempre a ella. Es algo invisible que nunca he logrado romper…Últimamente, pienso si merece la pena.

Lo idílico de la población a la que llegué siendo una niña está desapareciendo. Ahora que tenemos contenedores de todo tipo, dejamos la basura al lado de ellos en lugar de dentro. Incluso si podemos, vaciamos el contenido en él, así nos ahorramos una bolsa. Vaciamos el cenicero de nuestro coche en las aceras, llenando de colillas la misma, dejándolas al alcance de cualquier niño. Tiramos escupitajos, pañuelos de papel, bolsas de snacks, paquetes de tabaco, clips, compresas, algún que otro preservativo por los rincones más oscuros de nuestros barrios…Luego, fácilmente nos quejamos de que Enguera no está limpia.

¿Ecologistas?, claro que lo somos. Por eso nos dedicamos a destrozar los árboles y plantas de nuestros parques y jardines, llenándolos de basuras y botes de bebida vacíos. Eso sí, no necesitamos de sus aromas… Estos mismos parques huelen más a servicios públicos que a sitios con naturaleza real. Hagan la prueba.

Nos encanta la fiesta, cualquier fiesta…para después, dejar nuestras más pobres micciones o regurgitaciones estomacales en la puerta de cualquier vecino, porque por increíble que parezca…en esos momentos están ocupados todos los servicios de los distintos pubs y bares que tenemos en la zona de ocio... ¡Caray, que casualidad! Lo curioso es que sucede semana tras semana.

Después tenemos lo siguiente: sales de tu casa temprano, o vuelves a ella tarde y…acabas de pisar la caca del perro que el vecino ha sacado a pasear. Veamos, cuesta muchísimo (porque he de pensar que es así), agacharse a recoger el bonito excremento; teniendo en cuenta que parece ser que padecemos un generalizado “dolor de espalda”. Obviamente, esto impide hacer esa actividad tan sana e higiénica para todos. Por otro lado, el derroche ecológico que se produce al usar una tira de papel higiénico, papel de periódico o una pequeña bolsa de plástico, supone al dueño del animal un gasto adicional para su economía. Todo un descalabro.

Si tratamos el tema del tráfico podemos llegar a varias conclusiones. Nuestras calles son lo más parecido al circuito de F1 de Valencia capital. Ruidos, velocidad, aglomeración; elementos que no siempre las personas de mayor edad asimilan. Calles estrechas en las que has de hacer auténtico ejercicio de contorsión para que no te golpee el espejo retrovisor del vehiculo, esquinas que abrazamos (por puro instinto de supervivencia), porque el conductor se sube a la acera para poder girarla. Niños en bicicleta que bajan en sentido contrario por las calles, atropellando a personas. Pasos de peatones en los que prevalece el derecho de paso según tu edad, físico, llevar carro de compra, ir acompañada de niños o perro, tener la suerte de que el conductor sea del pueblo y te conozca; o bien sea forastero y sepa respetar las rayas dibujadas en el asfalto…de lo contrario, mala suerte, no pasas ni en broma. Algo parecido vi hace años en un sketch de dibujos de la Pantera Rosa en un cruce de calles…La pobre ponía el pie en el paso de cebra y se llenaba de tráfico la calle, lo quitaba y todo desaparecía… Irónico, pero real. Tengamos en cuenta que un descuido supone un atropello, al igual que no respetar la norma… Nuestras calles no son velódromos para coches y motos, ni los badenes que se han colocado en la carretera son campos de entrenamiento de trial (y que sirven de saltos para los motociclistas, o de quiebros para evitarlos con el consiguiente peligro para el que espera en el arcén). Recientemente, uno de estos chicos se ha llevado por delante un perro que esperaba con su dueña en el arcén sin detenerse siquiera, provocando el dolor de una familia. Tengo la impresión de que nuestros ojos se han convertido en velocímetros y no vemos más allá de la aguja que sube y sube… Igual que no vio el perro, no hubiese visto un niño. Y es más, imposible regañarle; posiblemente te plantará cara y se enfrentará a ti con todo tipo de adjetivos de sobra conocidos. Lamentable.

Y así tantas cosas…Pau Gasol decía en su último anuncio para una conocida marca lo siguiente:

“Está bien lograr que tu país te admire, pero es mucho mejor lograr que el mundo admire tu país.”

Pues intentemos entre todos lograr que el mundo admire Enguera siempre, no solo por ser el Legado Natural y Cultural que es, sino por todas las personas que han contribuido a ello. Sirva de ejemplo la frase (que se puede leer en la placa homenaje en el paseo de la carretera) de nuestro insigne enguerino Emilio Granero: “porque en Enguera que es mi pueblo, la limpieza es decencia, como lo es el decoro y ambos sinónimos están relacionados con las cosas morales, con el civismo y con el amor por la obra de Dios y de los hombres”. De momento, he optado por copiar este otro:

“Ser Enguerino ya no es una excusa, es una responsabilidad.”

jueves, 4 de septiembre de 2008

VERANO CULTURAL: CENAS DE JUBILADOS.


De todos son conocidas las tradicionales “cenas de jubilados y pensionistas” que organiza el Ayuntamiento de Enguera, dentro de la programación del “Verano Cultural”. Sabemos de partidarios y detractores, no sólo ya de las cenas, sino también de la programación en sí. En este pequeño articulo, únicamente escribiré de estas “cenas” y de los que participamos en ellas.

Fue un evento desconocido para mí hasta el pasado año 2007. Por mi trabajo me vi metida en la corriente que nos arrastra durante un verano lleno de eventos, para disfrute y deleite de los enguerinos (aunque no todo el pueblo participa, disfruta o acude a los actos programados).

El primer día de estas “cenas” fue un tanto caótico, pero al terminar todo, quedaba la satisfacción del trabajo acabado, de alguna que otra felicitación, y el interrogante de saber que sucedería en la siguiente que se esperaba mucho más numerosa. Tanto mi compañera Nati como yo, quedamos exhaustas y boquiabiertas (sobre todo por la vida que transmiten nuestros mayores). La segunda cena (multitudinaria, por cierto), fue más de la anterior, pero algo más relajadas en cuanto a la expectativa de lo que sucedería. Decidimos que lo importante era que los asistentes se divirtieran, quedaran satisfechos con el ágape, y luego bailaran con la misma alegría de los 20 años. Animada por mi entrañable Maite “Castañas” (mi consuegra desde hace años y amiga de corazón), hasta me permití bailar alguna que otra “pieza”, como diría mi abuelo Julio. En fin, así hasta completar las noches programadas. Guardé un buen recuerdo que me ha acompañado durante el invierno.

Este año 2008, por suerte he vuelto a poder trabajar para el mismo programa. Más de lo mismo, más cenas… No temía el acontecimiento, al contrario, pensé que era bueno volver a ver a aquellas caras que me hicieron pasar unas noches tan divertidas. Y así ha sucedido. La meta final era, y ha sido, disfrutar de la charla, la cena, el baile, el abrazo, las biznagas de nuestro “monsieur andaluz”; en definitiva, de nuestro enguerinos mayores. Han sido unas noches intensas de trabajo, pero también de alegría, risas, bailes, incluso de algún piropo; siempre de agradecer. Volver a ver muchas caras del pasado año, echar de menos otras…

No busco polemizar, ni el debate, ni la critica… Sólo la reflexión. No podéis imaginar sus rostros cuando corren a sentarse, mientras cenan, cuando bailan…Comen, charlan, ríen, miran a todos lados (quién ha venido, quién no); después el baile, parejas danzando, mujeres con mujeres (muchas viudas lamentablemente), sudores… Rostros serios, rostros alegres, risas; también se abren paso otros sentimientos, pero no se dejan ver…Sólo se intuyen. Al terminar, nada de esto importa. Todos se despiden hasta el día siguiente, se marchan a casa con paso cansado, pero con ilusiones. Es lo más parecido a una “noche de marcha” de nuestros jovenes.

Nuestros mayores son fuente inagotable de conversación y debate. Unas veces, desde la perspectiva de su experiencia contada en interminables “batallitas” que terminan por aburrirnos; otras, desde la fortuna de seguir contando con ellos a nuestro lado (algunos no les tenemos). Pueden pasarse el día hablando de “males”, de la dieta, sus quejas sobre la juventud actual, de la añoranza de tiempos pasados… Lo único que he podido comprobar es que, en esos días, en esas “cenas”; nadie se acuerda de todo eso. Simplemente se acicalan con esmero, se ponen sus mejores galas, el mejor perfume, las pastillas en el bolso, unos zapatos que aguanten los pasodobles… Y muchas ganas de vivir.

¿Demasiadas cenas?... ¿Demasiados actos en función de la “tercera edad”?. Tengo mis dudas, porque algo si tengo claro: al terminar la noche caigo rendida en la cama igual que ellos, a veces pienso que incluso peor. ¿Me estaré haciendo mayor?